El impacto de los camiones eléctricos en la logística
Los camiones eléctricos constituyen uno de los grandes avances en la logística urbana de los últimos años. Se trata de vehículos de carga dotados de uno o varios motores eléctricos como medio de propulsión, un sistema que disminuye la huella de carbono al no emitir gases de efecto invernadero.
En un contexto en que las empresas se esfuerzan por reducir el impacto medioambiental de sus operativas, los camiones eléctricos podrían contribuir a lograr una cadena de suministro más sostenible.
Según el informe The dawn of electrified trucking, de la consultora PwC, el uso de camiones eléctricos se consolidará en los próximos años. “Los camiones de propulsión eléctrica sustituirán en gran medida a los camiones convencionales en multitud de países en los próximos 15 años. En 2030, los vehículos de cero emisiones (VCE) impulsados por baterías o pilas de combustible representarán un tercio de todos los camiones en Europa, Norteamérica y China”. El estudio señala varias razones que contribuirán al crecimiento de los camiones eléctricos en los próximos años: “En 2035, su cuota en estos mercados aumentará hasta cerca del 70%. El cambio se está acelerando gracias a unos requisitos normativos cada vez más estrictos y a la disminución del costo de los VCE”.
Sin embargo, al tratarse de una nueva tecnología, los camiones eléctricos todavía generan muchas dudas: ¿Qué autonomía tienen? ¿Cuánto consumen? ¿Cuánto tiempo dura la batería?
La compañía norteamericana Tesla está desarrollando Semi, una gama de camiones eléctricos dotados de tres motores que permiten acelerar de 0 a 100 km/h en 20 segundos. Consumen menos de 2 kWh por kilómetro, por lo que pueden recorrer alrededor de 800 km con una sola carga y recuperar hasta el 70% de energía en tan solo 30 minutos de carga. Por su parte, la alemana DHL está trabajando en StreetScooter, unas furgonetas de reparto eléctricas diseñadas para limitar las emisiones de carbono en las zonas urbanas. Capaces de soportar hasta 800 kg de peso y alcanzar una velocidad máxima de 120 km/h, las furgonetas cuentan con una autonomía de hasta 500 km.
Aplicaciones de los camiones eléctricos en la logística
La industria del transporte avanza hacia los camiones eléctricos con el propósito de mejorar la eficiencia en las entregas de mercadería. La evolución de las baterías y la nueva generación de motores podrían promover el uso de vehículos eléctricos en la logística urbana para transportar los pedidos hasta el punto de venta físico o hacer entregas a domicilio. La última milla, una de las etapas más contaminantes y costosas de la cadena de suministro, podría optimizarse con camiones eléctricos. Al no emplear combustibles fósiles, estos vehículos pueden rebajar los costos logísticos y, por tanto, la repercusión del transporte en el precio de venta de los productos.
La consolidación del e-commerce no solo ha aumentado las entregas a domicilio, sino también el tráfico de vehículos en grandes ciudades por causa de la logística inversa. Hoy en día, en las urbes circulan multitud de camiones con motores de combustión que se encargan de entregar la mercadería y de recoger devoluciones de los clientes para reenviarlas al depósito. Los camiones eléctricos disminuirían los costos de estos desplazamientos y permitirían implementar estrategias logísticas más sostenibles.
Ventajas e inconvenientes de los camiones eléctricos
A medida que los camiones eléctricos vayan cobrando fuerza en el mercado, las empresas podrán beneficiarse de sus ventajas:
- Eficiencia energética. Los vehículos eléctricos son más eficientes que los de combustión interna. Usan entre un 15 y un 20% menos de energía en el momento de frenar o de parar, lo que supone una gran diferencia respecto al 64-75% de energía que consumen los motores de nafta.
- Respeto al medio ambiente. Los vehículos eléctricos no emiten gases contaminantes por el tubo de escape. Con una emisión menor de CO2, el uso de camiones eléctricos en logística contribuiría a minimizar la huella de carbono en el sector del transporte y a mejorar la calidad del aire de las ciudades.
- Reducción del costo energético. Ante las subidas de precio de la nafta y el diésel, la sustitución de vehículos con motor de combustión por su alternativa eléctrica puede ser una opción para rebajar costos. Pese a que el precio del kilovatio/hora también ascienda, los camiones eléctricos siempre serán más rentables que los vehículos que emplean combustibles fósiles.
- Menor mantenimiento. Los vehículos con motor eléctrico requieren un menor mantenimiento, pues no demandan cambios de aceite, ni refrigerante ni filtros de motor. Para un correcto mantenimiento de los camiones eléctricos se ha de realizar tan solo una revisión en profundidad del estado de las baterías, así como de otros elementos comunes a todos los vehículos ―por ejemplo, frenos y neumáticos―.
- Ventajas fiscales. Cada vez son más los gobiernos que apuestan por limitar la huella de carbono en sus países y promueven legislaciones que favorecen la sustitución de vehículos de combustión interna por otros con motor eléctrico. En muchos lugares, se están impulsando normativas que ofrecen beneficios fiscales para aquellas organizaciones y particulares que apuesten por este tipo de vehículos.
De cualquier forma, al tratarse de una tecnología puntera, los camiones eléctricos todavía tienen un costo elevado que no está al alcance de todas las empresas. Además, los puntos de carga implementados en el territorio aún son insuficientes para dar servicio a los vehículos eléctricos de transporte por carretera.
Camiones eléctricos: ¿el futuro de la logística?
Cuando en 2015 se firmó el Acuerdo de París sobre el cambio climático, el transporte y la logística generaban un 23% de los gases de efecto invernadero en todo el mundo. Para paliar el efecto del transporte sobre el medio ambiente, Naciones Unidas publicó ese mismo año The Paris declaration on electro-mobility and climate change & call to action, un informe que señalaba la necesidad de “ampliar sus esfuerzos y pedir un esfuerzo conjunto decisivo hacia la electrificación del transporte sostenible, incluyendo que al menos el 20% de todos los vehículos de carretera (autos, vehículos de 2 y 3 ruedas, camiones, autobuses y otros) sean de propulsión eléctrica para 2030”.
En los últimos años, gracias a los avances tecnológicos, los vehículos eléctricos de carga son una opción cada vez más plausible para incrementar la eficiencia en el transporte de mercaderías. La publicación académica Freight distribution with electric vehicles apunta los beneficios de introducir vehículos eléctricos tanto en el transporte interno como externo de mercadería: “Las oportunidades más valoradas para reducir los efectos negativos del transporte de mercaderías se refieren tanto al uso de vehículos eléctricos para reparto como al uso de vehículos comerciales ligeros”.
No obstante, el estudio también precisa los desafíos organizativos y operativos de introducir camiones eléctricos: “Para evitar la deslocalización de las emisiones contaminantes, es necesario que la producción de electricidad relacionada con las nuevas necesidades provenga de fuentes renovables situadas preferentemente en el territorio”.
En Estados Unidos, la asociación North American Council for Freight Efficiency (NACFE) fomenta el uso de vehículos de combustión eléctrica para el transporte de mercaderías. La organización constata algunas de las principales claves de esta tecnología emergente: “El rápido ritmo de mejora de la densidad energética de las baterías estimulará un aumento de la eficiencia de los vehículos eléctricos que probablemente no podrá ser igualado por los cambios evolutivos de los motores de combustión interna. La transición en segmentos específicos del mercado se prolongará durante décadas, compartiendo espacio con los sistemas de propulsión tradicionales de nafta, diésel y otros combustibles alternativos y compitiendo también con otras tecnologías emergentes como las pilas de combustible y los híbridos”.
Desde la asociación norteamericana vaticinan cuál será, según su criterio, el futuro de la logística: “Las flotas mixtas (que incluyen vehículos diésel, de gas natural, híbridos y eléctricos) optimizadas para rutas y ciclos de trabajo específicos serán probablemente la norma hasta 2050”.
Camiones eléctricos: un futuro más sostenible
Los camiones eléctricos son una tecnología innovadora que podría incrementar la eficiencia en el transporte de mercaderías y contribuir a lograr un futuro más sostenible para los servicios logísticos.
Además de recurrir a los vehículos eléctricos, las empresas pueden aplicar otras medidas que contribuyan a la sostenibilidad. Por ejemplo, pueden desarrollar una red de entrega local con centros micro-fulfillment o dotarse de sistemas de almacenamiento automáticos para garantizar entregas rápidas y sin errores.
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