Vehículos eléctricos en la logística y el transporte de mercaderías
Los vehículos eléctricos (VE) están revolucionando la industria de la logística, ofreciendo una serie de beneficios tanto económicos como ambientales a las cadenas de suministro de las empresas que apuestan por su uso.
¿Qué es un vehículo eléctrico?
Un vehículo eléctrico (VE) es un tipo de automóvil que utiliza uno o más motores eléctricos para su propulsión, en lugar de un motor de combustión interna que quema combustibles fósiles como la gasolina o el diésel.
Existen diferentes tipos de vehículos eléctricos, como por ejemplo los de batería (BEV), los híbridos (HEV), los híbridos enchufables (PHEV) o los de celdas de combustible (FCEV).
¿Cómo utiliza la industria logística los vehículos eléctricos?
La cadena de suministro en general y la industria logística en particular está incorporando vehículos eléctricos para una variedad de aplicaciones:
- Distribución urbana. Las furgonetas y camiones eléctricos se emplean para la logística de última milla en áreas urbanas. Estos vehículos son ideales para efectuar entregas a domicilio, reparto de paquetes o servicios de mensajería en zonas con restricciones de emisiones.
- Almacenamiento y transporte interno. En depósitos y centros de distribución se usan autoelevadores y otros vehículos eléctricos de manipulación de materiales. Son silenciosos y no emiten gases de escape, lo que mejora las condiciones de trabajo de los operarios. Un ejemplo son los robots móviles autónomos, también conocidos como AMR.
- Transporte de carga pesada. El uso de camiones eléctricos de larga distancia está en auge y ya comienzan a transportar mercaderías entre centros de distribución y a lo largo de la cadena de suministro. No obstante, todavía se enfrentan a desafíos relacionados con la autonomía y la infraestructura de carga.
- Flotas comerciales. Las empresas de mensajería y paquetería están electrificando sus flotas para rebajar los costos operativos y las emisiones de carbono, así como para cumplir con las normativas medioambientales.
Beneficios de los vehículos eléctricos en la logística
La integración de vehículos eléctricos en la cadena de suministro ofrece numerosos beneficios que abarcan desde el recorte de costos operativos hasta la mejora de la sostenibilidad ambiental y la salud pública.
- Disminución de emisiones. Los vehículos eléctricos no emiten gases de efecto invernadero durante su funcionamiento, limitando así la huella de carbono de las operaciones logísticas.
- Eficiencia energética. Los motores eléctricos son más eficientes que los de combustión interna, lo que significa que convierten más energía de la batería en movimiento.
- Menores costos operativos. Los VE poseen menos partes móviles que los vehículos con motor de combustión interna, disminuyendo sus costos de mantenimiento. Igualmente, la electricidad suele ser más barata que el combustible fósil.
- Cumplimiento normativo. Muchas ciudades están implementando zonas de bajas emisiones y restricciones para vehículos contaminantes. Los VE permiten a las empresas cumplir con estas regulaciones y evitar multas.
- Innovaciones tecnológicas. La introducción de VE en la cadena de suministro impulsa la innovación en tecnologías relacionadas, como la telemetría, la gestión de flotas y los sistemas de carga inteligente.
- Mejora de la salud pública. El descenso de emisiones de vehículos contribuye a mejorar la calidad del aire, lo que puede tener efectos positivos, particularmente en áreas urbanas densamente pobladas.
¿Cuál es el problema logístico de los vehículos eléctricos?
Aunque los vehículos eléctricos presentan múltiples ventajas para la supply chain, también lanzan ciertos retos que deben abordarse para maximizar su efectividad y eficiencia.
- Infraestructura y tiempo de carga. La falta de una red robusta y ampliamente distribuida de estaciones de carga puede limitar la adopción y el uso efectivo de vehículos eléctricos en la logística. Además, y a pesar de las mejoras en la tecnología de carga rápida, el tiempo necesario para cargar un VE puede ser más largo que llenar un tanque de combustible, lo que puede afectar la eficiencia operativa.
- Autonomía. Por lo general, los VE suelen tener un rango más limitado en comparación con los vehículos de combustión interna. Esto puede suponer un problema para rutas de larga distancia, donde se precisa una planificación cuidadosa que evite quedarse sin carga. Sin embargo, las tecnologías de baterías están mejorando a ojos vista.
- Costos iniciales. Los costos de adquisición de los VE aún son más altos en relación a los de los vehículos tradicionales. Sin embargo, los gastos operativos más bajos y las subvenciones gubernamentales pueden compensar esta diferencia.
- Peso de las baterías. Las baterías de los VE son pesadas, lo que puede restringir la capacidad de carga útil del vehículo. Algo especialmente relevante para camiones y furgonetas de reparto, donde maximizar la carga útil es crucial para la eficiencia operativa.
- Desafíos en la planificación de rutas. La planificación de rutas para VE requiere contemplar la disponibilidad de estaciones de carga y la autonomía del vehículo. Esto puede complicar la logística y demandar un sistema avanzado para optimizar las rutas.
Ejemplos de uso de vehículos eléctricos en logística
El uso de vehículos eléctricos en la cadena de suministro y en la logística está creciendo rápidamente en todo el mundo, con muchas empresas líderes adoptando esta tecnología para mejorar la sostenibilidad y la eficiencia operativa.
- DHL. La compañía tiene como objetivo que más del 66% de su flota de entrega y retirada urbana sea eléctrica para 2030. Además, DHL dispone de una red de centros de excelencia para el vehículo eléctrico localizados en distintos países del mundo (Estados Unidos, Italia, Reino Unido, China...). La finalidad de estos centros es prestar a terceras empresas servicios logísticos relacionados con el vehículo eléctrico ─por ejemplo, de transporte de baterías o componentes─.
- UPS. La empresa estadounidense estableció que el 40% de sus vehículos de tierra utilicen energías alternativas en 2025 y alcanzar la neutralidad en carbono para 2050. De hecho, está ampliando su flota de vehículos eléctricos por toda América, Europa y Asia.
- FedEx. La compañía aspira a que todos sus vehículos de retirada y entrega de paquetes sean eléctricos para 2040.
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La industria logística está experimentando una transformación significativa con la incorporación de vehículos eléctricos. Si bien existen ciertos inconvenientes, los beneficios en términos de sostenibilidad, reducción de costos operativos y cumplimiento normativo hacen que los VE sean una opción atractiva para las empresas. Con la mejora continua de la infraestructura de carga y la tecnología de baterías, es probable que veamos un aumento en la implementación de VE en la logística global en los próximos años.
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