Tipos de depósitos automatizados: características y ventajas
Existen distintos tipos de depósitos automatizados diseñados específicamente para resolver cualquier necesidad logística y agilizar los procesos de almacenamiento, preparación y expedición de mercaderías.
Los depósitos automáticos se han convertido en un elemento estratégico dentro de la cadena de suministro y, por tanto, de creación de valor en las compañías. Ante un mercado enormemente competitivo y con lead times cada vez más ajustados, las empresas apuestan por la automatización como fórmula para lograr una mayor productividad y prestar un servicio más ágil y eficiente.
En este artículo veremos qué tipos de depósitos automatizados son más habituales en el mercado, cuáles son sus particularidades, ventajas y aplicaciones.
Depósito automático: definición
Un depósito automático es una instalación logística donde máquinas y sistemas automáticos se encargan de llevar a cabo operaciones como la recepción de mercaderías, el almacenamiento, la preparación de pedidos o las expediciones con agilidad y seguridad.
Los depósitos automáticos se componen de estanterías donde se almacenan los productos y equipos de manutención automáticos: principalmente, transelevadores, encargados de ubicar y extraer las unidades de carga de las estanterías, y transportadores, que comunican las entradas y salidas con cada pasillo de las estanterías.
Además, en cualquier tipo de depósitos automático, ya sea de pallets o de cajas, es indispensable contar con un sistema de gestión de depósitos que gestione y dirija todas las operativas. Este software tiene la función de planificar los movimientos y organizar la mercadería de una forma lógica buscando un mayor rendimiento.
Tipos de depósitos automatizados
Automatizar el movimiento de la mercadería es un factor decisivo para muchos depósitos, sobre todo en aquellos donde se mueve un gran volumen de productos o cuando se pretende abastecer continuamente las áreas de producción o de picking.
A continuación, veremos qué tipos de depósitos automáticos existen en el mercado basándonos en ocho criterios:
Tipos de depósitos automáticos según su edificación
Un depósito automático se puede instalar en el interior de una nave tradicional o hacer que la edificación constituya el mismo depósito automático, es decir, construir un autoportante:
Una nave tradicional que alberga un depósito automático es un edificio que suele medir entre 13 y 15 m de altura. Independientemente de que sea un edificio de obra nueva o un edificio ya existente, en su interior se instalan las estanterías, calculadas específicamente para soportar los esfuerzos de los transelevadores. En la parte superior de los pasillos de almacenamiento, se colocan estructuras adicionales para sujetar el carril superior de los transelevadores.
Los depósitos autoportantes, en cambio, están formados por las propias estanterías, sobre las que se apoyan la cubierta y los cerramientos laterales. A la hora de construirlos, se deben tener en cuenta factores como el peso de la mercadería, los esfuerzos de los equipos de manutención, la fuerza del viento o el coeficiente sísmico correspondiente a la zona donde se instale. La altura de un depósito autoportante es superior a la de las naves tradicionales (pudiendo superar los 40 metros). Tan solo está limitada por las normativas locales o por la altura de elevación de las carretillas y transelevadores.
Depósitos automatizados por tipo de mercaderías
En un depósito automático se puede depositar cualquier tipo de producto (desde neumáticos hasta perfiles), aunque los más frecuentes son pallets y cajas.
Los pallets son las unidades de carga más usuales en el sector industrial, pues se emplean para mover todo tipo de artículos. Los depósitos automáticos para pallets están formados por estanterías dimensionadas para dar cabida a los productos paletizados e incorporan distintos tipos de transelevadores para las operaciones de entrada, almacenamiento y salida.
Los depósitos automáticos de cajas poseen unas características similares a los de pallets, si bien están específicamente diseñados para facilitar la gestión de este tipo de unidades. Las estanterías tienen una altura variable, partiendo de los 3 m y pudiendo alcanzar los 15 m. Los pasillos son relativamente estrechos y la separación entre niveles es la mínima e imprescindible para que penetren las palas del transelevador miniload. Como resultado, se consigue una gran capacidad de almacenamiento en un espacio reducido.
Automatización según el nivel de compactación
En función de la cantidad de productos que se deban almacenar, el número de referencias y el espacio disponible, se aplican dos soluciones: depósitos automáticos con acceso directo o con sistemas por compactación.
Los depósitos automáticos con estanterías de acceso directo suelen implantarse en compañías que gestionan múltiples referencias con pocos pallets. Se puede escoger entre estas dos opciones:
- Simple profundidad. El transelevador accede directamente a todos y cada uno de los pallets en el pasillo donde opere.
- Doble profundidad. Se colocan dos pallets (uno detrás de otro) en cada ubicación. Para alcanzar a los que estén ubicados en segundo término, se han de reubicar los pallets de la primera posición. La capacidad de almacenamiento es mayor respecto a las estanterías de simple profundidad y se emplean un menor número de transelevadores.
Los depósitos automáticos con sistemas por compactación, capaces de alojar pallets en canales de hasta 40 m de profundidad, aumentan considerablemente la capacidad de almacenamiento respecto a los depósitos con acceso directo porque reducen al mínimo el número de pasillos. Este tipo de depósitos son recomendables para empresas que gestionan pocas referencias y muchos pallets por cada una de ellas, siendo ideales para productos de consumo masivo o cuando se necesita un búfer.
Por tipo de Pallet Shuttle
Dentro de los sistemas por compactación, el Pallet Shuttle automático es el que aporta un mayor volumen de almacenamiento y aprovechamiento del espacio. Es común en instalaciones con una alta rotación de productos y donde sea imprescindible aprovechar el espacio disponible. Los carros motorizados pueden ser transportados hasta los canales de almacenaje correspondientes de dos formas:
- Con transelevadores. El transelevador mueve los pallets hasta cualquier canal de almacenamiento y, una vez allí, un carro motorizado los traslada por el interior del canal.
- Con lanzaderas. Se instala una estructura a modo de pasarela para que una lanzadera se desplace por cada nivel. De esta manera, el número de movimientos o de ciclos/hora se multiplica por el número de niveles que dispone el depósito.
Por nivel de automatización
Existen distintos niveles de automatización, desde un depósito manual con un bajo nivel de automatización hasta otros con operativas completamente automáticas. Veamos los niveles de automatización que pueden darse en una instalación logística:
- Depósito semiautomático. Sería el caso de un Pallet Shuttle semiautomático. Un carro motorizado realiza los movimientos de la mercadería dentro de los canales de almacenamiento con total autonomía, aunque requiere que un operario deposite o extraiga la mercadería en cada ubicación y cambie el carro de canal cuando se precise.
- Automatización de la toma de decisiones. Los depósitos tienen operativas cada vez más complejas. La instalación de un sistema de gestión de depósitos como Easy WMS de Mecalux ayuda a dirigir y optimizar los procesos indicando a los operarios los pasos que deben seguir. Se emplean dispositivos como el voice picking o el pick-to-light para potenciar la preparación de pedidos.
- Depósito totalmente automático. Se trata de instalaciones que han delegado el transporte y almacenamiento de la mercadería en sistemas de manutención avanzados. La automatización en un depósito puede ser completa (transelevadores y transportadores que gobiernan todos los movimientos de mercadería) o mixta (algunos productos se depositan en depósitos automáticos, pero no necesariamente todos).
Por tipo de robot
Un depósito automático se diferencia de un depósito tradicional por estar dotado de equipos de manutención automáticos, encargados de manipular la mercadería con la mínima intervención de los operarios.
Un depósito robotizado incorpora tres tipos de máquinas con estas funciones:
- Manipulación de mercadería. Los transelevadores o el Pallet Shuttle colocan o extraen la mercadería de su ubicación correspondiente.
- Transporte. Transportadores, electrovías o vehículos de guiado automático AGV trasladan la mercadería de un punto a otro (ya sea dentro del mismo depósito o conectando el depósito con otras áreas productivas).
- Preparación de pedidos. Los robots antropomórficos o los robots auxiliares (cobots) ejecutan toda la preparación de pedidos de manera automática y ayudan a los operarios a desarrollar sus tareas con mayor rapidez y precisión.
Por número de transelevadores por pasillo
Disponer de un único transelevador operando en cada pasillo ─independientemente de que las estanterías sean de simple o doble profundidad─ supone alcanzar un mayor número de ciclos, si bien, al mismo tiempo, exija una inversión inicial superior.
Cuando la rotación de la mercadería no es muy elevada, pero el volumen de almacenamiento sí lo es, se puede optar por uno o varios transelevadores que operen en más de un pasillo. En este caso, se requiere un sistema que cambie el transelevador de un pasillo a otro mediante:
- Giro en curva. Accionamiento mecánico que realiza la maniobra de un pasillo a otro.
- Puente de transbordo. El transelevador se coloca sobre una plataforma que desplaza el transelevador de un pasillo a otro.
Por la temperatura de trabajo
Un depósito automático, tanto de pallets como de cajas, puede operar a temperatura ambiente o a temperatura controlada. De hecho, depósitos frigoríficos y automatización resultan la combinación perfecta por varios motivos:
- Evitan que trabajen personas en ambientes extremos.
- Minimizan la fuga de frío, con el consiguiente ahorro de energía.
- Aprovechan toda la superficie.
- Controlan el stock disponible en todo momento gracias al sistema de gestión.
En depósitos frigoríficos automáticos se suele emplear cualquier sistema de almacenamiento que aproveche el espacio y facilite la entrada y salida de mercadería. Así pues, es habitual instalar estanterías de doble profundidad por el buen equilibrio entre capacidad de almacenamiento, rendimiento de las máquinas en cuanto a número de ciclos y una correcta distribución del aire entre pallets.
Automatización, el éxito de la productividad
Un depósito automático es una solución ideal para lograr un movimiento ágil, fluido y seguro de la mercadería, a la vez que elimina errores, aprovecha toda la superficie disponible y controla el inventario en tiempo real.
En el mercado existen diferentes tipos de depósitos automáticos, con prestaciones y características distintas. Elegir la opción adecuada para cada instalación dependerá de factores como el producto que se manipule, el espacio disponible, el número de referencias que se gestionan o los flujos requeridos.
En Mecalux somos una de las compañías pioneras en la instalación y puesta en marcha de depósitos automáticos. Contacta con nosotros para que encontremos la solución idónea para tus necesidades logísticas y verás cómo los equipos de manutención automático impulsarán tu cadena de suministro.